Hemos querido imitar tanto la naturaleza que ahora nos da miedo

¿Habéis visto alguna vez una escultura famosa del barroco? Durante esa época de la historia  artistas como Miguel Ángel o Bernini se esforzaban en imitar las formas de la naturaleza –principalmente figuras humanas- con la mayor precisión posible, teniendo como herramientas sus propias manos, cinceles y martillos. A día de hoy el reto sigue en manos del artista, pero las herramientas han cambiado y en vez de un cincel y un martillo éste usa teclado y ratón.

El diseño asistido por ordenador es la gran tendencia en la creación de nuestro tiempo y los profesionales de esta área cada vez están más cotizados. Solo hace falta ver la cantidad de ceros que mueven el mundo de los videojuegos y la industria cinematográfica, los grandes motores de esta tecnología.

Sin embargo, esta forma de modelado 3D se limita a crear imágenes y demás elementos que todavía no han sabido atravesar la pantalla. Para ver creaciones tridimensionales orgánicas en el mundo real debemos prestar atención a los avances de la robótica, que trabaja a destajo por superar ese umbral entre lo natural y lo creado por el hombre, pese al debate que eso provoca (solo hace falta echarle un ojo al concepto “Valle inquietante”).

Una técnica incipiente, sin debates (aún) para la fabricación aditiva

En el mundo del que venimos nosotros –caracterizado por la combinación del modelado 3D y la fabricación aditiva- no hay excesivos debates aún en torno al hiperrealismo de las figuras. La impresión 3D tiene mucho que mejorar para conseguir estos resultados, aunque ya existen impresoras capaces de obtener precisiones milimétricas.

Pero que no exista debate no significa que el modelado orgánico deba ser una realidad. Conforme la precisión aumenta esta forma de diseñar en 3 dimensiones se consolida.

Consolidación que también ocurre conforme la tecnología se hace más amigable. Los softwares de modelado orgánico (como puede ser Evolve (SolidThinking), sobre el que ya impartimos un curso en Sie3D) permiten un diseño mucho más intuitivo que otros programas de CAD, caracterizados por módulos de curvas y splines, auténticos quebraderos de cabeza para las personas que tienen que enfrentarse al modelado digital.

Las mejoras de la tecnología no son las únicas razones por las que esta forma de diseñar se asienta. Las tendencias en el diseño, cada vez más adaptado y personalizado, convierten el modelado orgánico en una necesidad. Solo hace falta imaginar las ventajas que puede tener el uso de diseños adaptados a la realidad, por ejemplo para obtener piezas con una mayor ergonomía.

NURBS. El concepto que ha hecho posible el modelado 3D

Los programas de diseño asistido por ordenador comenzaron a ver la luz en los años 70. Más que una evolución se ha vivido una revolución en estos más de 40 años de trayectoria. Durante este tiempo se han buscado innumerables formas de hacer diseños tridimensionales cada vez más complejos en cuanto a resultado pero más sencillos en cuanto a ejecución.

Algunos programas, para obtener las superficies complejas, han desarrollado pesados módulos específicos como los que ya mencionábamos en el bloque anterior.

Otros programas han visto la solución en el desarrollo de modelos matemáticos que nacieron a la par que las tecnologías de diseño.

 

NURBS (el modelo matemático utilizado por Evolve) es uno de esos modelos numéricos, y es considerado por muchos especialistas el mejor método de creación de modelos orgánicos. Nació en Francia en los años 50 en el seno de los grandes fabricantes de automóviles, Renault y Citroën, pero hasta el año 1985 no fue integrado en software de modelado ¿Es sencillo modelar líneas complejas con NURBS? Basta con echarle un ojo a esta animación o al primero de los vídeos de SolidThinking en el que nos muestra cómo funciona Evolve.

Gracias a este modelo matemático y a la facilidad de uso de la tecnología las posibilidades del modelado orgánico se están multiplicando día tras día. Y gracias a esta forma de modelar aquellas formas de la naturaleza que siempre nos han atraído (por su belleza o  por su eficiencia) están cada vez más cerca, aunque generen nuevos debates a los que debemos enfrentarnos como sociedad que apuesta por la tecnología.